Hay figuras que no necesitan hablar mucho para hacerse notar. Basta su presencia, su forma de mirar, su andar firme y sereno. Papá es de esos hombres que se graban en el alma sin hacer ruido.

No siempre dice "te quiero", pero lo demuestra cuando madruga sin quejarse.
Cuando se queda sin comer para que tú comas.
Cuando vuelve tarde, agotado, pero aún tiene fuerzas para ayudarte con la tarea o escucharte sin juzgar.

Papá no tiene tiempo para quejarse, porque su amor es acción: es techo, alimento, esfuerzo y ternura contenida.

Muchos crecimos sin entender cuánto hacía por nosotros.

No sabíamos que cada factura pagada, cada "no puedo" tragado en silencio, era una forma de decir “te amo” sin palabras.

Y cuando ya no están, partieron temprano dejando una huella inmensa…
entendemos que un padre no muere del todo, porque su legado sigue latiendo en cada gesto noble que heredamos de él.

Hoy, en su día, no celebramos solo a los que están.
También abrazamos con el alma a los que se fueron, con el orgullo de haber tenido a un grande como papá.

Gracias por tanto, viejo querido.
Tu amor es la fuerza que nos acompaña todos los días.

 El equipo de Kusiwasi Minimarket Online